Aldo Chavarría - Cofundador y Director ejecutivo de Don Bosco sobre ruedas, A.C.
¿Ves la inclusión como un tema ajeno a ti?
Hace algunos años, cuando era una persona convencional (persona sin discapacidad), no me preocupaba mucho el tema de espacios o accesos adecuados para las personas con discapacidad, mucho menos me detenía a escuchar hablar dela inclusión a este sector de la sociedad.
Respetaba las rampas, los cajones de estacionamiento, mas nunca me fije si tenían la pendiente adecuada, si las dimensiones eran las correctas, si había los espacios suficientes… ¿Por qué no me fijaba? la respuesta es muy sencilla: porque pensaba que no tenía ningún beneficio o desventaja ante estas necesidades.
Hoy, después de 8 años de ser usuario de silla de ruedas, mi visión ha cambiado por completo. No solo por el tema de barreras arquitectónicas, sino por todo el tema de cultura a la discapacidad; si algo me queda muy claro es que a todos, tarde que temprano, nos llega la discapacidad, ya sea momentánea,permanente o incluso por edad avanzada.
Casi todos conocemos alguna PCD (Persona con Discapacidad) que es económicamente productiva, sin embargo los números muestran que esto es la excepción y no la regla. El 70% de la gente con discapacidad no tiene empleo.
Pensemos en una familia de clase media que tiene un hijo con discapacidad,¿podrá este niño ir a la escuela? En un ambiente de discriminación, falta de infraestructura, falta de entrenamiento y falta de información, es poco probable.
Justo en ese ambiente vivimos en México, y así nos lo hizo ver la ONU en el marco de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en el cual hizo recomendaciones importantes en temas de discriminación,accesibilidad e igualdad.
Las estadísticas nos dicen que entre 70% y 80% de los niños con discapacidad no tiene acceso a la educación; solo uno de cada 20 termina la secundaria. ¿Cuál es la consecuencia de que un niño no vaya a la escuela? La presencia en un hogar de un niño con discapacidad implica que uno de los padres abandone su empleo para poder cuidarlo y que el esfuerzo por mantener la solvencia económica de la familia sea alto.
Con los ingresos reducidos y los gastos incrementando en los rubros de salud, estas familias necesitan reducir su presupuesto en algunos rubros como es la educación y el entretenimiento.
De hecho, las estadísticas de los Estados Unidos comprueban que la probabilidad de que una familia sea pobre se duplica cuando uno de sus miembros tiene alguna discapacidad.
La verdad es que hoy en día la tecnología hace más por la inclusión y deformas poco costosas. Existen tecnologías que pueden facilitar que los niños con discapacidad tengan acceso a mayores niveles de educación, asegurándoles un futuro con mayores ingresos y sobre todo una vida autónoma.
Pensemos en que apoyar a un PCD no solo impacta en su inclusión económica, sino también en la de su familia, pues se mejora la calidad de vida y los ingresos de todos los miembros del hogar, al promover su inclusión económica y su movilidad social.
De acuerdo con datos de la OMS 10% de la población en México son personas con alguna discapacidad, esto representa a 12 millones de personas, si a este número le agregamos a los miembros de sus familias, estamos ante un tema de gran relevancia económica, un tema para el que hay que buscar soluciones si queremos personas económicamente productivas, competitivas y sobre todo una cultura inclusiva.
¿Ahora ves la inclusión como un tema ajeno a ti?